Cuando sopla el viento, un aroma de almizcles blancos y azahar flota instantaneamente en el aire, mezclándose con las notas amaderadas del majestuoso árbol donde florecen las magnolias.
Una fragancia floral amaderada.

Al igual que el aroma reconfortante que llena una casa familiar, Cèdre Secret despliega su fragancia amaderada teñida de azahar y haba tonka en la suavidad del almizcle blanco.

Inspirado por el movimiento de las flores de loto que caminan en el agua con el viento. Sus pétalos desprenden un rastro de mimosa, almizcle blanco polvoriento y sándalo.

A la hora del té, una flor de iris florece en la taza de té de ginseng. Una infusión sorprendente y adictiva, como un viaje abstracto en el tiempo y espacio. Una fragancia donde el té con jengibre difunde su energía y libera su lirio. empolvado en la luz de los almizcles blancos. Una caricia de verano en la piel.

La ceremonia del té. Bajo el batido regular del pequeño batidor de bambú, se forma una espuma, el polvo de matcha verde tiñe gradualmente el agua caliente.
Almizcles blancos, olores cálidos y tostados.

Olores gourmet que se espan de la cocina...
las judías azuki se confitan a fuego lento en un baño de azúcar y el olor a dulce invade la casa.
Una creación exquisita y sofisticada. Un sabor dulce que dura para siempre.

Un toque de pimienta rosa, suave, almizcle y ámbar. En el silencio de la noche azul encontramos un aroma reconfortante y suave, tierno y protector.